Había nacido en el norte cercano al departamento Belgrano, en el año 1907. Alumno del Seminario Conciliar de Santiago del Estero, se ordenó sacerdote en 1930, bajo el obispado de monseñor Audino Rodriguez y Olmos. Sus funciones de párroco las cumplió por primera vez en Quimilí, a partir de 1936, y le tocó llevar el mensaje evangélico a los apartados rincones del Chaco santiagueño. En 1959 fue distinguido por S. S. Juan XXIII con el título de Prelado Doméstico. Como titular de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús del barrio Güemes, desempeñó su fructífera y magnífica obra educativa y misional hasta el momento de su muerte. Sus restos recibieron sepultura en la cripta episcopal de la Catedral Basílica, y por especial gracia de la Iglesia, accediendo a la solicitud unánime del pueblo santiagueño y la feligresía de su parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, hasta allí fueron traslados sus restos.