Se llama así al fusilamiento de un grupo de 16 fugitivos escapados una semana antes del penal de Rawson, Provincia de Chubut, que serían recapturados y llevados a la Base Aeronaval Almirante Zar, cercano a Trelew, y ultimados por un grupo de soldados de marina a la orden del capitán de corbeta Luis Emilio Sosa.

Todo comenzó el 15 de agosto por la tarde, cuando un nutrido grupo de unos 25 hombres, pertenecientes a distintas agrupaciones como Montoneros, ERP, Ejército Revolucionario del Pueblo y las FAR, Fuerzas Armadas Revolucionarias, se dieron a la fuga, asesinando miembros del personal penitenciario a su paso y ganando así la calle. Dos de los principales autores intelectuales de esto fueron Santucho, revolucionario santiagueño junto al guerrillero tucumano Marcos Osatinsky.

Tras un intento frustrado de tomar el Aeropuerto de Trelew y desde allí escapar en un vuelo regular, fueron recapturados en su mayoría por una brigada de Luis Sosa y trasladados y encerrados nuevamente pero ahora en la Base Naval Almirante Zar, salvo 6 de los máximos referentes guerrilleros que lograron escapar al país vecino de Chile. En los sucesivos días el Presidente Lanusse pobló la zona con una inmensa cantidad de hombres tanto del Ejército como de Gendarmería manteniendo un estado de máxima alerta por posibles nuevos intentos de fuga.

Los 19 prisioneros pedían constantemente ser trasladados a su prisió original en Rawson, debido a que sospechaban tremendas represalias contra ellos, pero se hizo caso omiso de esto, y es en la madrugada del 22 de agosto, a las 3 y media de la mañana que se los despertó repentinamente, los formaron mirando al piso y así fueron ametrallados por la espalda, donde mueren inmediatamente 16 de ellos, y otros 3 resultaron heridos, pero serían trasladados para atención médica recien al otro día.

Según dicen otras versiones sucedió que intentaron tomar la calle nuevamente pero no se sabe a ciencia cierta esto, a lo cual ante estos hechos confusos se procedió años más tarde en 2012 someter a juicio a los militares a cargo, resultando condenados a cadena perpetua por los 16 homicidios, Luis Sosa, Emilio Del Real y Carlos Marandino, por aquella madrugada que se convirtió en la Masacre de Trelew.