Se declaran así por parte del Juez Federal Gabriel Cavallo, así como también inválidas y nulas, las leyes que habían sido creadas por Raúl Alfosín, basándose en la discrepancia que tenían con la Convención Americana de Derechos Humanos. Faltaría para que por fin sean anuladas en 2003 y recien eliminadas en 2005.