Es sancionada la ley que establecía el descanso dominical, impulsada por Alfredo Palacios, pero cabe destacar que lo hacía únicamente en la ciudad de Buenos Aires en primer medida, luego ser iría replicando en el resto de las provincias por todo el territorio nacional.

Como norma entraría en vigencia al mes siguiente para la capital, el día 16 de Septiembre y se la consideró la primera ley obrera, y se tomó sus basamentos en un trabajo del político y educador riojano, Joaquín Víctor González, el "Código de Trabajo", sirviendo de puntapie para otras leyes obreras como la del trabajo de mujeres y niños, accidentes en el trabajo, ley 9688 y 9148 respectivamente.

De esta forma se modernizaba todo lo referido al trabajo, con frescas ideas que apuntaban a ordenar los problemas sociales que por esa época surgían en la materia, y reglamentar el salario, el trabajo de los menores de edad, y también se impulsaría la Junta Nacional de Trabajo que más tarde daría origen al Ministerio de Trabajo.