Aparece la 2° parte del Martín Fierro, popularmente conocida como la vuelta. Hernández depone la actitud del personaje, que desea incorporarse a la civilización, convertido en hombre de trabajo. Es memorable, en esta parte, la payada entre Martín Fierro y el Moreno, en la que se tratan temas difíciles, como la caracterización del tiempo, la medida, la cantidad. La obra representa la culminación del estilo gauchesco.