Fue Ireneo Evangelista de Saouza, el Barón de Mauá, financista de origen brasilero, quien teniendo un fuerte poder económico en Brasil, sostenido por la amplia gama de actividades en las que invierte, como la minería, luz, gas, el trasnporte, con los ferrocarriles y la navegeación, es que impulsa la creación del Banco de Brasil. Luego de un tiempo abre sucursales en distintos puntos de América y Europa, de lo que sería el Banco Mauá, inaugurando en 1858 la sucursal de Rosario, siendo este el primer banco que tendría la ciudad, con Waldir Simao Gonçalvez como gerente de le entidad financiera. Contaría con la posibilidad de emitir billetes en pesos fuertes y por unos años tendría la hegemonía económica en la ciudad y la zona.

Llegaría a tener unas 20 sucursales como ser Londres, Manchester, Nueva York, una en Montevideo y también otra en Mercedes, Uruguay, acaparando completamente la economía del la Banda Oriental y también contó con una sucursal en la ciudad de Buenos Aires, todo en un período de 16 años. La entidad en Rosario dejaría sus actividades en el año 1872 impulsando su caída por una fuerte crisis económica proveniente del Uruguay y próximo a terminarse la concesión de monopolio bancario estipulada a 15 años al momento de crearse.