Llamada La Heroína del Bracho, por haber acompañado a su marido don José María Libarona durante su prisión y muerte, por orden del caudillo Juan Felipe Ibarra.- En El Bracho sufrió sed, hambre, blasfemias, azotes del tiempo inclemente y estragos de toda índole. Pero debía estar cerca de su marido, lo estuvo y sufrió. Y si ello fuera poco, tuvo el valor jamás desmentido de soportar la muerte de su ser querido y trasladarlo hasta el cementerio de Matará. (Mario A. CASTRO)