Desde los balcones de la Casa Rosada, el presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri se dirige a los manifestantes que apoyan a la recuperación de Malvinas en Plaza de Mayo. Allí inmortalizó la frase "Si quieren venir que vengan, les presentaremos batalla". La suerte estaba echada, la Royal Navy (Marina Real) ya había partido hacia el Atlántico Sur y el pueblo argentino llenaba la plaza enardecido, sin saber que estaban entregando a un grupo de pibes sin preparación ni medios, a una lucha cruel contra un enemigo mucho más poderoso.
El encendido discurso se sucedió en el marco de haberse reunido el día anterior con el General norteamericano Alexander Haig que llegara a Buenos Aires para hacer de intermediario entre los países en conflicto.