Se inaugura oficialmente el tramo del ferrocarril que unió por primera vez la ciudad de Buenos Aires con Bahía Blanca, marcando un hito clave en la expansión ferroviaria de Argentina. Esta línea fue construida por la compañía Ferrocarril del Sud, con el objetivo de integrar económicamente el sur de la provincia de Buenos Aires y facilitar la salida de productos agrícolas y ganaderos hacia el puerto. La ceremonia de inauguración contó con la presencia de autoridades nacionales y provinciales, técnicos del ferrocarril, periodistas y ciudadanos que celebraron la llegada del tren a una región hasta entonces de difícil acceso. El viaje inaugural partió desde Buenos Aires y culminó en Bahía Blanca, recorriendo más de 600 kilómetros. Durante el trayecto, el tren fue recibido con entusiasmo en distintas estaciones intermedias, donde hubo discursos, música y actos patrióticos. En Bahía Blanca, la llegada del ferrocarril fue vista como el inicio de una nueva etapa de desarrollo, ya que posibilitaba la conexión directa con la capital del país y facilitaba la exportación de productos a través del puerto local. El impacto económico y social fue inmediato: aumentó la población en la región, se dinamizó el comercio, y se consolidó la presencia estatal y empresarial en el sur bonaerense. Además, la obra representó una muestra del avance tecnológico y del modelo de país agroexportador que dominaba en la época.